La insatisfacción con el tamaño, forma o elevación de los pechos no tiene edad.
De hecho, según señala la Sociedad Internacional de Cirugía Estética y Plástica (ISAPS), la de aumento de pecho es la cirugía estética más solicitada en España. Solo en 2020, fueron más de 44.400 las intervenciones de aumento de mama realizadas.
La operación de aumento de pecho permite corregir situaciones que suelen preocupar a las pacientes. Por ejemplo, unos senos demasiado pequeños para su silueta o con tamaños diferentes entre sí. Pero también pechos que han perdido volumen o quedan caídos tras el embarazo. Y, por supuesto, la cirugía de aumento de senos es muy útil para reconstruirlos tras una operación de cáncer de mama.
La mamoplastia de aumento es adecuada para mujeres de diferentes edades y complexiones. Asimismo, existen diferentes tipos de implantes mamarios y de formas de abordar su colocación. Así nos aseguramos de que los resultados son naturales y satisfactorios para cada paciente.
El Dr. Guillermo de Piero cuenta con varios años de experiencia y realiza la cirugía de aumento de pecho en Santander (Cantabria) y Gijón (Asturias).

El aumento de senos con implantes se realiza para aumentar el tamaño y mejorar la forma del pecho. Por tanto, las candidatas a esta cirugía son aquellas mujeres que deseen alcanzar estos objetivos. Asimismo, es recomendable que la futura paciente esté cerca de su peso ideal y mantenga este estable. Esto es porque los cambios de peso bruscos y acusados pueden generar cambios estéticos en el pecho tras la intervención.
El primer paso para someterse a una mamoplastia de aumento es reunirse con el cirujano. Este será quien verifique que la paciente es candidata a la intervención. Para ello, realizará un examen de su estado físico, así como de la situación de partida del pecho. De igual forma, estudiará su historial clínico y se interesará por aspectos relevantes como la toma de medicamentos o el consumo de alcohol y tabaco. Esto último es totalmente desaconsejable ante cualquier intervención quirúrgica. Por este motivo, la paciente deberá dejar de fumar durante varias semanas antes y después de la cirugía.
Otro punto de gran importancia es comprobar que la paciente goza de una buena salud psicológica. El cirujano verificará que efectivamente está segura de que se quiere someter a la operación de pecho. También de que lo hace por decisión propia y no por presiones ni modas. Asimismo, es fundamental tener unas expectativas realistas para evitar problemas tras la intervención. Para ello, el doctor le mostrará mediante una simulación el aspecto aproximado que tendrá su pecho tras la cirugía.

Como ya se ha señalado, el primer paso es solicitar una cita con el cirujano. En este punto es básico verificar que el profesional está cualificado y certificado para realizar la operación. La mejor forma de hacerlo es acudir al registro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre). También es interesante conocer las instalaciones en las que se llevará a cabo la operación de pecho. De esta forma se podrá verificar que el espacio es adecuado.
En estas reuniones se irán fijando cuestiones relevantes, como la elección del tipo y tamaño de los implantes. El cirujano también estudiará aspectos como la firmeza de la piel. Esta puede variar mucho de una mujer a otra y también cambiar con el paso de los años. Es probable que incluso se lleve a cabo una mamografía para asegurar que todo está correcto antes de la operación de aumento de pecho.
Una vez se ha reunido con el doctor, quien le ha explicado cómo va a ser la cirugía y ha resuelto todas sus dudas, se fijará una fecha para la misma. Será el doctor quien le dé una serie de indicaciones a seguir para las horas previas a la intervención. Esto incluirá el momento en el que debe dejar de ingerir alimentos y, si fuera necesario, interrumpir su medicación habitual, entre otras cosas.
También se recomienda preparar su casa para la vuelta y contar con alguna persona de confianza que le pueda ayudar durante los primeros días. Asimismo, es recomendable que el día de la operación de aumento de senos acuda acompañada. Esto la hará sentirse más tranquila y relajada, además de ser útil para ayudar en las primeras horas tras la intervención. Lo habitual es que la paciente permanezca ingresada durante un día para poder controlar que todo marcha bien.

Un aspecto fundamental a tener en cuenta antes de la cirugía de aumento de pecho, es el tipo de implantes que se van a emplear. En la actualidad son cuatro los tipos de prótesis mamarias que más emplean los cirujanos.

• Implantes de solución salina: son aquellos que están rellenos con un suero fisiológico compuesto por agua y sal. Una de las ventajas de este tipo de implantes de pecho es que, en caso de rotura, el cuerpo absorberá este suero y lo eliminará de forma natural. Suele ser el tipo menos utilizado, pues la pérdida de volumen puede hacer que se desgasten antes. Es decir, este tipo de prótesis de pecho suele tener una vida más corta, de unos diez años aproximadamente.
• Implantes de gel cohesivo: son los que están rellenos con un gel de silicona que puede tener distintos grados de cohesividad. Están disponibles en volúmenes fijos que suelen ofrecerse en tallas o intervalos de 25 centímetros cúbicos. Este tipo de prótesis mamarias presentan una vida media más larga y un tacto mucho más natural que las de solución salina. Además, en caso de rotura, el gel quedará retenido intracapsularmente. Esto hace muy difícil que se mueva hacia otras estructuras del cuerpo.
• Implantes de silicona: son aquellos fabricados con un gel elástico que imita de forma enormemente fiel al tejido mamario natural. Eso sí, es posible que para colocarlos, se necesite una incisión más larga que con los de solución salina.
• Implantes B-Lite: son una novedad en el campo de la mamoplastia de aumento. Se considera que estas son las prótesis más ligeras. Esto se debe a que están compuestas por un gel cohesivo que es hasta un 30% más ligero que el tradicional.

El día de la cirugía de aumento de senos, la paciente ingresará en el centro médico y, poco después, pasará a manos del anestesista. Por norma general, este tipo de cirugía reconstructiva se lleva a cabo con anestesia general. La duración de la intervención suele ser de entre una y tres horas. Este tiempo depende en gran medida de las características de la paciente. También de los implantes que se vayan a utilizar y de la técnica empleada.
Existen diferentes técnicas en el caso de la mamoplastia de aumento:

• Subglandular: en esta técnica los implantes mamarios se ubican en el ‘bolsillo prepectoral’. Es decir, sobre el músculo pectoral mayor, pero debajo del tejido mamario. Es la técnica preferida por el Dr. De Piero, pues asegura que no se produzcan interferencias con el movimiento o la función muscular. Además, también conlleva menos molestias durante el postoperatorio.
• Submuscular: en esta modalidad, las prótesis de pecho se colocan por debajo del músculo pectoral. Es preciso realizar una desinserción parcial en la zona inferior para evitar que la función muscular desplace los implantes.
• Dual plane: esta técnica es una combinación de las dos anteriores. En este caso, las prótesis mamarias quedan cubiertas en su parte superior por el músculo, pero descubierta en su parte inferior.
  Otro aspecto importante en el relleno de pechos es el lugar en el que se va a practicar la incisión. Esto determinará el tipo de cicatriz que va a quedar. Aquí es importante recalcar que, si se siguen los consejos del cirujano, estas marcas apenas serán visibles con el paso del tiempo.

De forma general, los implantes se insertan a través de una incisión practicada a lo largo del surco submamario. Esta es la zona donde la parte inferior del seno se une a la caja torácica. La cicatriz resultante no suele superar los cinco centímetros. De esta forma, queda oculta en el pliegue y puede disimularse fácilmente con el sujetador o el traje de baño. Una de las principales ventajas de esta incisión es que no toca el pezón ni la glándula. Esto conlleva un menor riesgo de problemas futuros con la sensibilidad o la lactancia materna.
También es posible colocar las prótesis mamarias a través de una incisión realizada alrededor del conjunto de areola y pezón. Esta opción se utiliza normalmente en el caso de los implantes de pecho más pequeños. Aquí la cicatriz queda disimulada con el cambio de color entre el seno y la areola. Este tipo de incisión es muy útil en algunos casos de pechos complejos, pues permite cambiarlos de forma.
Otro tipo de incisión en la cirugía de aumento de pecho es la llamada axilar. En esta ocasión, se realiza en la axila y suele tener unos cuatro centímetros de longitud. Suele emplearse en el caso de prótesis mamarias redondas. Su principal ventaja es la ausencia de cicatrices en los senos. Sin embargo, a veces se pueden generar asimetrías en las mamas.

El Dr. De Piero utiliza técnicas de aumento de pecho que permiten una recuperación más rápida. Por ejemplo, no se colocan tubos de drenaje. Esto aumenta de forma considerable la comodidad durante su recuperación. Aún así, es importante señalar que en los días siguientes a la cirugía de aumento de senos es normal notar molestias en los mismos. Es habitual también que los pechos operados estén hinchados y que haya algunos hematomas. En este periodo puede incluso aumentar levemente la temperatura corporal. Es una reacción normal del cuerpo frente a la intervención.
Será el cirujano quien fije las pautas de cuidados a seguir. Una de las principales recomendaciones es no elevar los brazos durante la primera semana. La paciente deberá llevarlos prácticamente pegados al cuerpo para evitar que los implantes mamarios se muevan. Asimismo, durante el primer mes se recomienda dormir bocarriba por la misma razón. Con el paso del tiempo podrá comenzar a dormir de lado y, más adelante, pasados al menos tres meses, bocabajo.
La paciente deberá también llevar un sujetador firme de espuma que le ayudará durante el proceso de cicatrización. Se usará durante al menos diez días para asegurar que los implantes cicatricen correctamente y que la inflamación se mantenga al mínimo.
Las mujeres pueden regresar al trabajo y a sus actividades normales entre siete y diez días después de la cirugía de aumento de pecho. Eso sí, el ejercicio y estirar los brazos por encima de la cabeza deben limitarse durante tres o cuatro semanas aproximadamente. Pasado ese tiempo, puede retomarse el deporte, siempre que sea ligero y no implique utilizar los brazos. Es fundamental, asimismo, tener especial cuidado con el sol. La exposición solar puede hacer que las cicatrices se pigmenten y sean mucho más visibles.
En unos tres meses la recuperación de la operación de aumento de mamas suele ser total. Así, la paciente ya podrá llevar a cabo todas las actividades que realizaba con anterioridad.

Los resultados del aumento de pecho se notan inmediatamente después de la intervención. Eso sí, siguen mejorando a medida que vayan desapareciendo los hematomas y la inflamación. Los resultados finales se pueden apreciar tras varios meses, a medida que los implantes se asienten en su lugar. Por norma general, las pacientes suelen quedar satisfechas con su aspecto tras la mamoplastia de aumento.
Los resultados serán duraderos, siempre y cuando no haya complicaciones con el implante o fluctuaciones importantes de peso. En este sentido, son fundamentales las revisiones regulares con el cirujano. Durante las mismas, este verificará que todo marcha correctamente y analizará la evolución de los pechos operados. Una de las complicaciones que se pueden detectar en estas visitas es la rotura de los implantes mamarios. Es importante saber que las prótesis no duran eternamente. Es por eso que se debe acudir puntualmente a todas las revisiones que indique el cirujano.