Uno o más embarazos, fluctuaciones de peso, el paso de los años… Son diversas las razones por las que el abdomen puede perder su aspecto liso y comenzar a presentar hinchazón y flacidez. En muchas de estas ocasiones, esta situación no mejora ni con ejercicio ni con dieta, pese a que la persona se encuentre en buena forma física. Esto puede generar una sensación de malestar y frustración. Pero la realidad es que un abdomen plano, tonificado y definido es mucho más que un deseo estético. La resistencia abdominal es vital para la salud en general. Sin embargo, como ya se ha indicado, los músculos de esta zona del cuerpo pueden debilitarse por las fluctuaciones de peso, los embarazos y el proceso natural de envejecimiento.

En estos casos, la cirugía estética puede aportar la solución perfecta: la abdominoplastia. También conocida como cirugía plástica de abdomen, esta intervención permite acabar con el exceso de piel y eliminar los cúmulos de grasa de la parte media y baja del abdomen. También reparar y tensar los músculos abdominales que se hayan separado o debilitado. De esta forma, la abdominoplastia da forma al contorno abdominal, logra una cintura más fina y fortalece el tronco para lograr un aspecto físico más estético.

El Dr. De Piero cuenta con varios años de experiencia en la realización de abdominoplastia en Santander y Gijón. Son muchos los pacientes que han logrado recuperar su figura gracias a su intervención. De hecho, la cirugía del abdomen es, según la Sociedad Internacional de Cirugía Estética y Plástica (ISAPS), una de las más demandadas en España. Solo en 2020 se realizaron más de 8.300 abdominoplastias en nuestro país.

Los candidatos ideales para la abdominoplastia en Santander y Gijón suelen ser hombres y mujeres que se encuentran en buena forma física pero no consiguen deshacerse de un vientre con exceso de grasa o piel. Esta abundancia de piel, así como la pérdida de tensión den los músculos abdominales, suelen ser resultado del paso de los años y de cambios importantes de peso. Es un problema muy habitual también en mujeres que han dado a luz, pues es normal que los músculos abdominales se relajen y no vuelvan a recuperar su tono inicial. De hecho, la cirugía de abdomen es uno de los principales tratamientos del conocido como ‘Mommy Makeover’ debido a sus buenos resultados a la hora de recuperar la figura tras uno o varios embarazos.
De esta forma, la abdominoplastia se realiza en pacientes que están cerca de su peso ideal pero siguen careciendo de tono y definición. Según explica el Dr. De Piero, son candidatos ideales quienes no fuman, gozan de buena salud, tienen expectativas realistas de los resultados y se identifican al menos con una de las siguientes situaciones:
• Han experimentado una pérdida de peso importante y presentan piel flácida o colgante.
• Tienen músculos abdominales separados (diástasis del recto abdominal) a causa de varios embarazos.
• Han tratado de definir los músculos, pero no lo logran.
• Presentan un faldón en la parte inferior del vientre que sobresale a través de la ropa.
• Tienen secuelas de cirugía con cicatrices en la pared abdominal.
Así, la cirugía plástica de abdomen se ha demostrado eficaz a la hora de mejorar la diástasis abdominal, hernias abdominales, cicatrices de cesáreas, la presencia de estrías en la zona baja del vientre e incluso la elasticidad de la piel en personas de cierta edad y que han padecido obesidad moderada.

Una vez que se ha tomado la decisión de someterse a una cirugía plástica de abdomen es fundamental prepararse correctamente. Para ello, el primer paso es dar con el cirujano adecuado. En este caso, algo fundamental es comprobar que el profesional forma parte de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). De esta forma nos aseguramos de que no solo cuenta con la formación adecuada, también de que está en posesión de las licencias y los permisos pertinentes. El Dr. De Piero forma parte de la SECPRE desde hace años y cuenta con numerosos casos de éxito a sus espaldas.
Es fundamental también acudir a todas las consultas previas. Durante las mismas, el doctor estudiará su forma física, tomará fotografías de la zona a tratar y se interesará por sus hábitos y su historial médico. Toda esta información es de vital importancia para garantizar que la cirugía de abdomen se realiza con seguridad. Asimismo, durante estas citas el paciente debe plantear al cirujano todas sus dudas relativas a la intervención y su recuperación.
En caso de que el paciente presente sobrepeso, será necesaria una reducción del mismo para poder someterse a la intervención con garantías de éxito. También se debe tener en cuenta que, si se trata de una mujer que se plantea quedarse embarazada en un futuro próximo, lo recomendable es esperar. Los músculos y la piel podrían volver a relajarse, perdiéndose parte del efecto de la cirugía
Para los momentos previos a la cirugía, es inapelable seguir al pie de la letra las indicaciones del profesional. Entre otras cosas, es probable que le aconseje dejar de fumar unas semanas antes, que siga una dieta que evite la retención de líquidos y que mantenga la piel del abdomen bien hidratada, así como una buena higiene. Es posible también que tenga que interrumpir la ingesta de determinados medicamentos para evitar complicaciones.
Asimismo, debe saber que la abdominoplastia se puede realizar de forma combinada con una liposucción para reducir o eliminar las bolsas de grasa localizadas alrededor de la sección media.

La abdominoplastia se realiza con anestesia general o raquídea que le administra un anestesista. La intervención suele durar entre tres y cuatro horas, dependiendo de cada paciente y su situación de partida. Generalmente, se suele recomendar una noche de hospitalización, aunque también es posible que el paciente pueda regresar a su casa la misma tarde de la cirugía. Estas decisiones dependerán del profesional que se vaya a encargar de la intervención.
Existen diferentes variantes de abdominoplastia, y la cirugía plástica de abdomen se adaptará a sus necesidades. El Dr. De Piero le recomendará la técnica más adecuada para minimizar las cicatrices y el tiempo de recuperación y garantizar que, además, le proporcione los mejores resultados.

Abdominoplastia tradicional

Una cirugía plástica de abdomen tradicional (o completa) tensa y manipula el tejido por encima y por debajo de la piel del ombligo, los músculos abdominales separados y el exceso de grasa.
En este caso, se practica una incisión por encima de la región púbica que va desde un hueso de la cadera hasta el otro. La longitud de la misma dependerá de la cantidad de grasa y piel que se deba extirpar. A continuación, se elimina el exceso de grasa, se tensa la pared abdominal y se recorta la piel para dejar un abdomen más plano y liso.

Mini abdominoplastia

La mini cirugía plástica de abdomen se realiza en pacientes que no requieren tanta corrección abdominal. Esta técnica es ideal para pacientes que solo presentan laxitud abdominal inferior. También se conoce como cirugía de abdomen de cicatriz corta, porque utiliza una incisión más corta que se realiza justo por encima de la región púbica. Como en el caso anterior, se elimina el exceso de piel y se tensan los músculos de la parte inferior del abdomen. Esta incisión tiene generalmente una longitud de entre diez y veinte centímetros, y la cicatriz se esconde fácilmente debajo de la ropa interior y los trajes de baño. El resultado es un abdomen inferior más plano.

Abdominoplastia extendida

La cirugía plástica de abdomen extendida se realiza en pacientes que han perdido una cantidad de peso considerable y tienen la piel suelta o colgante alrededor de toda la circunferencia del cuerpo. Esta técnica requiere una incisión más larga que atraviesa la parte inferior del abdomen y se extiende hasta los flancos. Durante la intervención, se retira la piel de la parte superior e inferior del abdomen, así como de las caderas y la parte inferior de la espalda. Asimismo, se tensa la pared abdominal y se elimina la grasa localizada.
Si bien esta técnica requiere una incisión más extensa, la cicatriz resultante generalmente se puede esconder debajo de la ropa interior o los trajes de baño, como sucede con los otros tipos de abdominoplastia.

Aunque el grado de recuperación dependerá de la técnica de abdominoplastia que se utilice, es posible que sienta dolor y aparezcan hematomas e inflamación. No obstante, estas molestias son perfectamente soportables y, además, el cirujano recetará medicación para tratarlas. Asimismo, la inflamación irá remitiendo durante los primeros días. Es muy importante guardar reposo durante las dos primeras jornadas del postoperatorio, así como tomar los medicamentos prescritos por el doctor.
Tras la abdominoplastia, se envolverá el abdomen con una prenda, generalmente una faja de compresión. Esta ayudará a reducir la inflamación y favorecerá el proceso de cicatrización. Es fundamental llevar la faja durante todo el tiempo indicado por el cirujano, pues es la encargada de hacer presión en el nuevo espacio que ha quedado entre la piel y el músculo como resultado de la cirugía plástica de abdomen. De esta forma, se evita la acumulación de líquidos y se reducen la inflamación y el sangrado. Es, además, clave para moldear la nueva figura del paciente.
Aunque debe pasar los primeros días descansando cómodamente en casa, debe levantarse y caminar para promover y mantener una circulación saludable. La actividad se debe ir incrementando, muy poco a poco, a lo largo de las dos semanas siguientes. Es recomendable moverse levemente, realizando ejercicio muy moderado. Esto ayudará a reducir la inflamación y a tonificar los músculos, para que vayan recuperando su fuerza después de la intervención.
La mayoría de los pacientes regresan al trabajo y a sus actividades diarias después de dos semanas, pero puede tardar más en función de la naturaleza de su trabajo.

Los resultados de la abdominoplastia comenzarán a notarse inmediatamente después de la cirugía, aunque la zona esté inflamada. Así, se verá cómo la piel del abdomen está tensa, el vientre luce más plano y la cintura se estrecha. Estos notorios cambios continuarán mejorando a medida que los hematomas y la inflamación disminuyen en las semanas y meses siguientes.
En la gran mayoría de los casos, los resultados de la cirugía plástica de abdomen son duraderos siempre y cuando mantenga un estilo de vida saludable y no se produzca embarazo ni aumento de peso. Esta es una cuestión muy importante, pues como sucede con la liposucción, es importante tener claro que la abdominoplastia no es un remedio contra el sobrepeso o la obesidad. Para que los resultados de la cirugía perduren en el tiempo, es básico llevar una dieta equilibrada y realizar deporte. De lo contrario, el exceso de grasa y la flacidez pueden volver a aparecer si se produce un aumento de peso considerable.
En relación a la cicatriz, lo primero es tener en cuenta que estamos ante una cirugía, por lo que esta será inevitable. Eso sí, el Dr. De Piero cuenta con una amplia experiencia realizando intervenciones de abdominoplastia en Santander y Gijón, por lo que ha logrado ir perfeccionando su técnica hasta lograr que las marcas sean lo más discretas posible. Es importante recordar que, por el lugar donde se practica la incisión, justo encima del pubis, esta se disimula fácilmente con la ropa interior y de baño. Además, con el paso del tiempo y unos buenos cuidados, la cicatriz se irá haciendo cada vez menos visible. Existen asimismo tratamientos estéticos para reducir aún más su apariencia.