Algunas bolsas de grasa son imposibles de eliminar incluso con un estilo de vida activo y saludable. La liposucción, o lipoescultura, quita las bolsas de grasa en áreas del cuerpo que no responden a la dieta ni al ejercicio. Se trata de un procedimiento quirúrgico que elimina los depósitos grasos y remodela los contornos. Es un procedimiento que puede realizarse en diversas zonas del cuerpo.
Es importante recalcar que este procedimiento se centra en eliminar acumulaciones de grasa, pero no es un tratamiento contra la obesidad. De hecho, lo ideal es que el paciente esté lo más cerca posible de su peso. Asimismo, solo si se siguen unos hábitos saludables tras la intervención se podrán mantener los resultados en el tiempo.
La liposucción es una de las operaciones estéticas más demandadas en nuestro país. De hecho, según el último informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS), durante 2020 fue la segunda cirugía más realizada, con más de 18.900 intervenciones. Solo fue superada por la operación de aumento de pecho.
El Dr. De Piero cuenta con una experiencia de más de quince años en este campo. Esto le permite ofrecer el tratamiento de liposucción de las zonas de Santander (Cantabria) y Gijón (Asturias). Además, el doctor cuenta con una novedosa técnica que permite focalizarse en las zonas más localizadas. Es, sumamente efectiva, por ejemplo, en cartucheras y flancos. Además, la técnica Body-Jet es mucho más respetuosa con los tejidos circundantes. Esto hace que la recuperación sea más rápida y liviana.

El paciente ideal para la liposucción es, como ya hemos comentado, aquel que presenta cúmulos de grasa que no logra eliminar con dieta o ejercicio. Este exceso de bolsas de grasa puede surgir debido a embarazos, fluctuaciones de peso y el envejecimiento natural. La liposucción elimina la grasa no deseada, pero no es una alternativa para la pérdida de peso y no es un procedimiento de adelgazamiento. De hecho, los candidatos para la liposucción están cerca de su peso ideal. Asimismo, son generalmente saludables y tienen buena elasticidad de la piel y tono muscular.
Es muy importante también asegurarse de que el paciente tiene estabilidad psicológica y unas expectativas realistas.

Todos los aspectos anteriormente mencionados los verificará el cirujano durante las citas previas a la intervención para eliminar los depósitos de grasa. Por eso es normal que se realicen pruebas como un estudio del índice de masa corporal. También se medirá el peso del paciente, su estado general de salud y la firmeza de su piel. De igual forma, es habitual que se soliciten otros estudios como electrocardiogramas o análisis de sangre y orina. Todo esto permitirá comprobar que el paciente se encuentra en buen estado de salud para evitar cualquier posible complicación.
En este sentido es fundamental saber cómo elegir a un buen cirujano. Para ello, el paso más recomendable es consultar el directorio de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Del mismo modo, es recomendable plantear al profesional todas las dudas durante las citas previas a la liposucción.
Será el cirujano quien dé las indicaciones oportunas para prepararse para la cirugía para quitar cúmulos de grasa. No obstante, algunas de las principales recomendaciones pasan por evitar el tabaco por completo. También los anticoagulantes. Además, se aconseja acudir acompañado el día de la cirugía y preparar la casa para las jornadas posteriores. Si bien la recuperación de la liposucción no es excesivamente molesta ni larga, durante los dos o tres primeros días el paciente puede ver limitados sus movimientos.

Al tratarse de un procedimiento para eliminar cúmulos grasa, se puede llevar a cabo en numerosas zonas del cuerpo, incluido el rostro. Las áreas más comunes para realizar la liposucción son:

• Abdomen y cintura, para eliminar esas molestas bolsas de grasa que no se van con dieta y ejercicio. Es muy frecuente también en mujeres que han pasado por uno o más embarazos.
• La liposucción de muslos permite remodelarlos, eliminando cúmulos de grasa tanto de la zona externa como de la interna.
• Lo mismo sucede con las caderas, una zona donde, sobre todo las mujeres, tienden a tener acumulaciones de grasa.
• La espalda y los flancos son también zonas habituales donde resulta especialmente complicado deshacerse de los depósitos de grasa. En estos casos, la liposucción ha demostrado ser enormemente eficaz.
• De igual forma, la grasa bajo los glúteos suele ser más frecuente en mujeres y es también muy difícil de eliminar solo con dieta y ejercicio.
• La liposucción pectoral suele ser más frecuente en hombres que tienen un pecho pronunciado.
• El mentón y el cuello son otras zonas donde se puede realizar la liposucción. La intervención permite eliminar las acumulaciones de grasa que hacen aparecer la antiestética papada.

Una vez se han mantenido las citas previas necesarias con el doctor y el paciente tiene todo claro, se fijará la fecha de la cirugía. Ese mismo día, como ya hemos comentado, es recomendable acudir acompañado al centro médico. Poco después de ingresar y antes del tratamiento, un anestesista licenciado y con la debida formación le administrará la anestesia. La cirugía para eliminar depósitos de grasa se puede realizar con anestesia localizada o general, en función del área a tratar. El paciente, eso sí, estará bajo sedación, por lo que permanecerá tranquilo y sin ningún dolor.
Ya en la cirugía, se practica una serie de incisiones pequeñas y discretas en el área designada para el tratamiento. Gracias a la evolución de la medicina y a la depurada técnica del Dr. De Piero, estas incisiones son de apenas entre tres y cinco milímetros. Durante el procedimiento habitual se introduce, a través de las mismas, una pequeña cánula para inyectar líquido tumescente en la capa de grasa. Este líquido se utiliza para romper las células grasas. De esta forma se pueden eliminar causando menos traumatismos en los tejidos circundantes. Para ello se inserta un tubo fino y hueco que se conecta a un dispositivo de vacío a través de la incisión para aflojar y eliminar las células grasas.
Además, el Dr. De Piero cuenta con una novedosa técnica, denominada Body-Jet, que aprovecha el poder del agua para realizar un procedimiento menos invasivo e igual de efectivo. Esta técnica se ayuda de un chorro de agua que se ‘dispara’ en forma de abanico. Esto hace que los depósitos de grasa se suelten. Acto seguido, esos cúmulos de grasa se aspiran como se haría durante el procedimiento tradicional, junto con el agua. Este tipo de liposucción permite recolectar mayores volúmenes de grasa para una transferencia más eficiente. Es, asimismo, mucho más respetuoso con los tejidos circundantes. Esto conlleva una recuperación más corta, con menos hematomas y molestia, pudiendo ser dados de alta el mismo día de la intervención. Además, esta técnica es enormemente efectiva para procedimientos ligeros en zonas de pequeños cúmulos de grasa.
La cirugía para quitar depósitos de grasa suele tener una duración de entre una y cuatro horas, dependiendo del área a tratar.

Como ya hemos señalado, la liposucción se realiza con anestesia. Por ello insistimos en que es recomendable que alguien acompañe al paciente y se quede con él la primera noche para ayudarle en todas las actividades cotidianas. Asimismo, es fundamental seguir las indicaciones del cirujano. Este recomendará guardar reposo durante las primeras jornadas. También recetará al paciente analgésicos y antiinflamatorios para hacer más llevadera la recuperación. Esta puede oscilar ente los dos días y una semana, dependiendo de la cantidad de grasa eliminada y del área tratada.
Es probable que aparezcan hematomas e inflamación tras eliminar los cúmulos de grasa. Cualquier molestia se puede aliviar con los analgésicos que se le receten. Además, esas molestias se irán reduciendo de forma muy notable en los primeros días.
Se colocará una prenda o vendaje de compresión alrededor de las áreas tratadas para facilitar el proceso de curación. Estos vendajes ayudarán a reducir la inflamación, promover la circulación y moldear la piel a sus nuevos contornos. Es fundamental llevar esta protección durante el tiempo que indique el cirujano. Asimismo, este recomendará seguir unas pautas y una dieta para minimizar posibles retenciones de líquido.
La mayoría de los pacientes regresan a sus actividades habituales y a su trabajo después de una semana. Se debe evitar el ejercicio y las actividades vigorosas durante al menos cuatro a seis semanas. De esta forma nos aseguramos de que no haya complicaciones durante el proceso de recuperación. Durante este tiempo es aconsejable caminar, pero despacio.

Los resultados de la liposucción pueden empezar a notarse justo después de la cirugía. No obstante, es importante recalcar que en esos primeros momentos habrá hematomas e hinchazón que se irán reduciendo con el tiempo. De hecho, la inflamación persistente puede tardar meses en desaparecer por completo.
Los resultados más evidentes se pueden comenzar a ver pasadas unas dos semanas desde la eliminación de los cúmulos de grasa. Eso sí, los resultados finales se irán consiguiendo lentamente durante los primeros meses. Estos serán duraderos siempre y cuando el paciente siga un estilo de vida saludable y mantenga un peso estable. Cabe recordar que cualquier fluctuación importante en el peso puede afectar los resultados.